ROAHI

UN DÍA SIN PLANES Hoy desperté, no me lave la cara ni los dientes, no cepille mi cabello, ni tampoco me cambie la ropa de dormir, me quede recostado en la cama; sí, tenia actividades planeadas, cosas por hacer, tareas que cumplir, pero, simplemente no tenia la motivación suficiente para salir, pueden llamarlo flojera, cansancio no era, solo era yo mismo, protegiéndome de mi mismo. Muchas veces nosotros nos afanamos haciendo planes de lo que haremos hoy, lo que haremos mañana, de aquí a una semana, un mes, un año, dos años, tres, cuatro, toda tu vida; queda claro que tener metas u objetivos en esta vida es importante para no perder el rumbo, pero aveces, solo de ves en cuando es bueno olvidarte de todo eso y tener un día sin planes y hacer lo que te venga en gana. Y como se los contaba, luego de haber estado recostado todo el tiempo que quise, me levante, no mire ningún espejo, baje las escaleras en busca de cereales con frutos secos y yogur, el silencio del momento fue mágic...

Fania, creando una nueva historia. No era de día tampoco de noche, era la hora en la que uno no sabe si está comenzando o terminando; pero ahí está ella esperando por fin salir al mundo y disfrutar de el, no hay muchas cosas que contar de quien la creo, quien importa es ella… Así empezaba a relatar Fania, un cuento que salía de su mente a su pequeño hermano, la imaginación de Fania, era infinita no tenía   temor de crear errores cronológicos, cambiar repentinamente la historia de amor a una de terror a ella solo le gustaba contar, ya que al hacerlo ella creía que creaba y daba vida a personas o personajes que no habitaban este planeta pero que actuaban en ella. Su hermano para ser minutos menor a ella era todo lo contrario, no había que no creyera de los labios de su hermana y al momento de inventar algo ni las escusas le salían creíbles, pero si algo hacia muy bien era retratar a cada personaje que su hermana le contaba, ambos tenían la costumbre de sentarse frente a una ...